Montepedroso, una isla en la D.O. Rueda
Definitivamente, la familia Martínez Bujanda tiene buen gusto, para los vinos y para las bodegas. Se intuye nada más enfilar el camino de la Morejona que lleva hasta la Finca Montepedroso, el nuevo proyecto que el grupo tiene en Rueda. Y se confirma al recibir la grata bienvenida que dispensa Belén a los visitantes.
25 hectáreas de viñedo rodean la bodega y la convierten en un remanso de paz a 750 m de altitud, en el que incluso algún zorrillo campa alegre a sus anchas. La naturaleza entra de lleno en la bodega gracias a una impresionante sala de catas acristalada que se funde con el exterior. Sin duda, lo más peculiar de la visita. Ver pasar las estaciones desde aquí debe de ser un espectáculo, como lo es catar los vinos contemplando el viñedo.
Sobre un único vino, un monovarietal de verdejo fermentado sobre lías, recae la responsabilidad de dejar bien alto el pabellón de Rueda. Y lo consigue de largo. Un verdejo atípico, con notas de manzana verde, pomelo, hinojo y almendra, amable en la boca y largo en el postgusto. La visita brinda además la oportunidad de conocer otros vinos del grupo, como los de Finca Valpiedra de la D.O.C. La Rioja y Finca Antigua de la D.O. La Mancha, otras dos agradables sorpresas.
Recorremos el camino de vuelta relajados, con la sensación de haber estado en otro mundo. Y con el firme propósito de repetir la experiencia con una de las muchas propuestas que ofrecen las bodegas del grupo.